3 de enero de 2017

El I Ching y yo


Desde el año en el que compré el libro I Ching, en 1978, lo consulto sobre todo en momentos de crisis, cuando tengo una Gran Pregunta que hacerle. Es un oráculo lleno de sabiduría y filosofía que habla de todos los aspectos de la vida. Los sabios que empezaron a diseñar un sistema matemático para “leer” un milisegundo de la realidad como reflejo del todo abarcaron las experiencias humanas, pasadas, presentes y futuras. Redactado en la Era de Piscis no quiere decir que haya caducado ahora en esta Era de Acuario, todo lo contrario. Se puede decir que el I Ching se adelantó a su tiempo, ya que percibe el todo en el uno, la unidad en el todo. La física cuántica, que nos da una perspectiva de nuestra realidad en esta Era de Acuario, enseña que el observador (yo) influye en lo observado (el universo, nuestras vidas).


En una sobresimplificación de la física cuántica, se puede decir que se ocupa del aquí y el ahora, del mismo modo en que el I Ching interpreta la forma en la que caen tres monedas o tallos de milenrama, aplicando un sistema matemático en el que se construye un hexagrama. Entiende que solamente pueden caer como cara, cruz, cara, en ese milisegundo de la vida debido a la tensión muscular en la mano, debido a la dureza de la superficie sobre la que caen, o porque el viento sopla del sudeste. Lo que en Occidente llamamos “coincidencia” o “casualidad”. Cada hexagrama habla del presente, el futuro inmediato y de un posible futuro, tiempos en los que influimos, situaciones que somos capaces de cambiar ya que el I Ching no es fatalista porque entiende el futuro como una proyección moldeable por nosotros.

Una de las Grandes Preguntas que hice, hace algún tiempo en mi vida, fue si sería buena idea irme a vivir en otro país. Salió el hexagrama 42, Aumento, y me habló directamente desde las profundidades de los tiempos, diciéndome en El Dictamen: “El aumento. Es propicio emprender algo. Es propicio atravesar las grandes aguas”. Esas grandes aguas fueron las de La Mancha que separa Inglaterra de Francia, y así vine a España. No pretendo contar la historia de mi vida, sino echar luz sobre cómo funciona en la práctica. Este hexagrama se considera como la evolución del 12, El Estancamiento, situación en la que yo estaba sumido en esa época, y sus palabras me hablaron como la voz profunda de un oráculo. Ofrece consejos sabios, no te advierte que mañana te va a atropellar un enorme camión, sino nos guía para escoger el mejor camino por la vida. “Al observar cómo el trueno y el viento se aumentan y se refuerzan recíprocamente, aprende uno cómo encontrar el camino hacia el aumento de sí mismo, hacia el propio mejoramiento. Cuando algo bueno se descubre en los demás, debe uno emularlo, haciendo suyo de este modo todo el bien que hay sobre la tierra. Cuando uno observa algo malo en sí mismo, debe quitárselo de encima. Así se libera uno del mal. Semejante modificación ética constituye el aumento más importante de la personalidad”. El oráculo habla de una manera poética, siempre guiando y aconsejando, enseñando las posibilidades que se nos abren en base a cómo cayeron las tres monedas o tallos. Es como un espejo para vernos mejor. La profundidad de sus palabras que pesan como el plomo nos conduce a meditar sobre ellas a fin de mejorar lo que el I Ching denomina “El Hombre Superior”.

La sabiduría imbuida en el I Ching saca lecciones de la Naturaleza. El viento sobre el trueno, la tierra sobre el agua, que tiene sus raíces en la tradición taoísta.

La tirada

Aquí estamos al borde del 2017, anunciado por los medios como un año de incertidumbre. Un poeta y académico chino del siglo XII escribió:

“Las profundas implicaciones del Libro de Cambios son lo que sumerge a la gente del mundo en dudas y les hace pensar”. Este libro, es a la vez un oráculo lleno de sabiduría y un libro de adivinanza, interpreta el estado del Universo, y en el ciclo de los 64 hexagramas, abarca todas las experiencias humanas aplicables a todos los tiempos en todo el mundo."


La manera simplificada consiste en tirar tres monedas, el I Ching recomienda las antiguas monedas chinas aunque lo importante es seguir el rito establecido para “leer” el estado del universo, es decir, los hexagramas. El rito nos ayuda a conectar con el Universo que sabe interpretar el I Ching, ya que nos aleja del mundanal ruido, de las tareas cotidianas. Por ello, cualquier moneda vale – yo uso los mismos francos franceses que tengo desde hace años - y guardo cuidadosamente este libro como el tesoro que es. Este trato forma parte del rito.

Tiramos las tres monedas seis veces, haciendo los siguientes cálculos:

  • Cara tiene el valor de 2.
  • Cruz tiene el valor de 3.

De modo que, al formar los dos trigramas que constituyen el hexagrama, desde abajo hacia arriba (forma de pensar china), las líneas tienen los siguientes valores:

  • Negativo, es decir, línea quebrada, corresponde a 6 y 8.
  • Positivo, es decir, línea sólida, corresponde a 7 y 9.

Al anotar en una hoja las líneas del hexagrama (por tanto, hay que tirar las monedas seis veces), es importante apuntar al lado de cada línea su valor: 6, 8, 7 o 9. Y así formamos un hexagrama que buscamos en el índice. Donde cruzan el trigrama inferior con el superior, allí está el número del hexagrama que responde a nuestra pregunta. Ahora recurrimos al texto del I Ching.

¿A qué tipo de pregunta responde el oráculo? Podemos hacerle preguntas superficiales, tipo “¿me tocará la lotería esta vez? ¿voy a conocer a mi pareja estos días?, etc. Pero el I Ching, como si fuera una persona sabia, responde a la pregunta de fondo, la pregunta candente. Igual lo que estamos cavilando por dentro es: ¿cómo podré estar feliz? La respuesta no será superficial ni mucho menos, sino llena de sabiduría, de consejos para ayudarnos a evolucionar, señalando de alguna forma el camino aconsejable a tomar para alcanzar tal fin. Es buena idea guardar un cuaderno donde anotar la fecha, la pregunta, el hexagrama y lo que sacamos en ese momento de la lectura. Con el paso del tiempo, podremos volver a leer las anotaciones y contrastarlas con lo que pasó, con nuestras acciones, con nuestra evolución personal y con el curso que cogió nuestra vida a partir de esa consulta. Estas explicaciones son simplemente el punto de entrada en el profundo mundo del I Ching.

La mejor traducción del chino original es la de Richard Wilhelm, que lo pasó al alemán, y existen traducciones fieles de ésta al español. Carl Jung escribió de Wilhelm: 

“Cuando era joven, Wilhelm se trasladó en misión cristiana a China y allí se había iniciado en el mundo del oriente espiritual. Wilhelm era una auténtica personalidad religiosa de visión amplia y clara. Poseía la capacidad de adaptarse incondicional a la postura de la manifestación de un espíritu extranjero y transmitir todo el milagro de la intuición, lo que le capacitaba para hacer accesible a Europa los valores espirituales de China”. Jung, Recuerdos, sueños, y pensamientos.

Es sumamente recomendable consultar el I Ching con frecuencia, y no solamente en momentos de crisis vital, ya que aporta sabiduría que nunca está de más en estos tiempos de incertidumbre como el año 2017.



2 comentarios:

Unknown dijo...

Buenas tardes,hace tiempo que no habeis escrito nada en el blog.No se si temporalmente esta cerrado o no vais a continuar.Entiendo que vuestras conferencias y talleres por toda españa os quita bastante tiempo sobre todo este año que teneis practicamente el primer semestre lleno.Me alegro por vuestros exitos.Si puedo me acercaré a Santiago a vuestra conferencia de presentacion,pero me gustaría que no dejaseis el blog.


Mucha Suerte .

El club de fans.

mely

El jardín de los deseos dijo...

Estimada Amelia: gracias por darnos ánimos a seguir y, como ves, volvemos a la carga, con ánimos renovados. Seguimos y seguiremos con las ganas de compartir todo lo que estamos aprendiendo. Contamos con que sepas calmar los nervios en el Club de Fans.